29 de abril de 2011

Semanario BRECHA: El efecto Mateo en la distribución de educación e ingresos

Viernes 29 de abril de 2011


DEBATE ABIERTO

El articulista debate con la hipótesis lanzada desde el Departamento de Economía de la UDELAR según el cual la deserción de la educación media se explica porque la misma “resulta inconveniente para los estudiantes de situación desventajosa”, en la medida que no le significara retornos sustantivos

La deserción de los pobres de enseñanza media
El efecto Mateo en la distribución de
educación e ingresos


Martín Pasturino (1)


El disparador de este artículo fue el trabajo reciente del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencia Sociales realizado por la economista Rossana Patrón y titulado “Cuando más escolarización no vale el esfuerzo: otra mirada a la desvinculación de la educación media de los estudiantes en situación desventajosa en Uruguay” (2). El documento señala que “cuando se considera la heterogeneidad de los estudiantes se puede ver que las diferencias en la calidad de la enseñanza y en la probabilidad de repetición hacen la diferencia entre una inversión atractiva o inconveniente según el estrato socio económico del estudiante” , que “la educación secundaria resulta inconveniente para los estudiantes de situación desventajosa” y que esto es lo que “probablemente explique las altas tasas de deserción” y que el estudio de retornos por quintiles de ingreso puede mostrar que las diferencias en la calidad de la educación y en la probabilidad de repetición hace la diferencia entre una inversión atractiva o inconveniente  en la educación secundaria. Todo esto en base en un estudio sobre retornos a la educación. (3)

Al decir, que el retorno por quintiles explica la alta deserción de la educación media de los jóvenes desfavorecidos, esto supone la existencia de un conocimiento real o intuitivo del joven -o de sus padres- para tomar la decisión de desertar del liceo en función de la estimación del ingreso esperado al culminar ese nivel (Ciclo Básico), en otras palabras una decisión racional (“rational choice”) de los pobres. La base teórica de esta inferencia lineal es la Teoría del Capital Humano (TCH) , la cual sostiene que una mayor demanda de educación es consecuencia de la rentabilidad económica del nivel educativo en cuestión, y, lo contrario (lo que sostiene el trabajo) si la rentabilidad es baja se produce la deserción. La TCH ofrece evidencia empírica -por ejemplo: los más educados y con  más experiencia laboral ganan más- pero está cuestionada la relación causal por otras teorías e investigaciones, como la teoría del filtro, teoría credencialista y teoría de la exclusión social que señalan que el ingreso es un atributo del trabajo y no del trabajador. Por otra parte, sería necesario incluir la perspectiva sociológica, y las teorías crítico-reproductivistas. Ya hace más de medio siglo Coleman señaló el efecto del origen social sobre los resultados educativos. En los sesenta Bourdieu en Francia y Bernstein en Inglaterra, y con ellos toda la sociología moderna, confirmaron que la educación no puede compensar, por sí sola, las desigualdades de la sociedad.

En relación a retornos a la educación, hay un conjunto de estudios en Uruguay que introducen diversas perspectivas metodológicas, distintos tipos de muestras, sectores del mercado laboral, definición de niveles educativos y constructos temporales, basados todas en ecuaciones de Mincer y sus variantes, incluyendo otras perspectivas teóricas. (4)
El trabajo en cuestión (que tiene un antecedente en 2008) toma sólo el año 2005, que es un año bisagra en términos de mercado laboral (consejos de salarios, crecimiento económico y expansión del mercado laboral). Esta variación temporal y los cambios en el mercado laboral resultan claves a la hora de hacer estimaciones y peligrosas a la hora de establecer sentencias tan tajantes como la de explicar la deserción liceal por una variable o no explicitar qué porcentaje explica del fenómeno. Asimismo, uno de los trabajos incluye una nueva perspectiva distinta a la utilizada: el efecto culminación de ciclo, conocido como efecto “sheepskin” o teoría credencialista. Desde esta perspectiva el joven debería hacer el esfuerzo por culminar los ciclos, pues tendría mejores ingresos.

Si bien el artículo no lo dice enfáticamente, deja entender, cuando señala “Moreover, when heterogeneity is introduced in the analysis it can be shown that differences in the quality of education”, es decir, que cuando se introduce la distribución por quintiles los resultados del análisis pueden explicar las diferencias de calidad de la enseñanza. Todos los estudios señalan que el mapa de los resultados educativos reproduce el mapa de la pobreza, y que los factores explicativos principales son el contexto socioeconómico y el clima educativo de la familia. Ahora, la calidad, según la literatura educativa se mide en relación a que capacidad tiene el Liceo de revertir la tendencia a la reproducción social,  se  puede medir calidad observando la capacidad de agregar valor educativo en relación a las chances -casi seguras- de la reproducción socio-económico-educativa. Las variables explicativas de resultados educativos (PISA, 2006) demuestran que a igual contexto pueden ser mejores los desempeños en UTU y en Secundaria que en colegios privados (donde se repite “infinitamente” menos). Esto sucede también en otros países, incluido Chile y España. Por otra parte, el fracaso escolar y, en especial, la deserción debe ser vista como un proceso acumulativo de varios factores, con presencia central del clima educativo y el estrato socio-económico, pero también el efecto de pares, la calidad del centro educativo y las expectativas de los padres, entre otros. Y este es el problema principal de los estudios basados exclusivamente en el individualismo metodológico y en el ingreso como única variable, como son los basados en la Teoría del Capital Humano.

Veamos lo que dicen los propios jóvenes. La “Encuesta Nacional de Adolescencia y Juventud. Segundo Informe” (INJU-INFAMILIA, 2010) nos da una idea diferente a la explicación de la deserción que la decisión racional basada en una ecuación costo-beneficio ofrecida por el trabajo señalado: “De las respuestas sobre los motivos que atribuyen los adolescentes y jóvenes para asistir al nivel medio surge que la educación constituye un mandato social, aunque con rendimiento en el largo plazo: “Para adquirir una formación (43%), “hoy es indispensable estudiar” (18%), “es la única forma para trabajar en lo que se quiere” (14%), “espera mejorar su posición social con los estudios (7%)” entre otras. Esto demuestra altas expectativas en la educación media. Por otra parte, y preocupante, es que los jóvenes que repiten educación media y se auto-atribuyen la responsabilidad de haber repetido (capacidad, actitud o comportamiento) en un 69%. No señalan la baja rentabilidad. No obstante, una vez ingresado con altas expectativas, y habiéndose culpado del fracaso y la repetición, finalmente deserta señalando, uno de cada tres (a partir de diversas expresiones),  que no le interesaba continuar o no la consideraba útil y otro tercio que la dejó por empezar a trabajar.  Si bien, un tercio señala que no le interesaba o no le era útil -lo que podría adjudicarse a una “escogencia racional”- esta no se distribuye con énfasis en los más pobres -que son quienes más repiten y desertan-, es mayor en los terciles de ingresos medio y superior que en el más bajo. El trabajo incluye la perspectiva de los padres, cuando se les pregunta ¿qué dijeron en tu familia cuando dejaste de estudiar? Un 48% señala que insistieron que debía seguir y un 16% que debía trabajar o ayudar en la casa; y un 29 % “nada” con diferencias regionales sustantivas. Finalmente, la ENAJ sostiene que la mitad de quienes dejaron piensa retomar sus estudios “porque obtendrá más beneficios”(37%), “una nueva carrera le entusiasma” (30%) o “porque se siente más motivado” (21%). Esto identifica las altas expectativas al ingreso, la repetición con culpabilidad propia, la deserción por múltiples causas, pero un 50% de los desertores mantiene las expectativas y piensa en el reingreso. A los liceos nocturnos asisten más de 50.000 personas –la mayoría joven-con una media de 20 años de edad.

El estudio demuestra que para el quintil de ingresos más bajo no existe rentabilidad y eso debe ser así. Pero no demuestra la relación causal entre percepción de mala calidad de la educación, repetición, deserción y quintiles de ingreso. Existe una relación como la que puede darse con ingresos y color de piel, sexo, región o sobrepeso (de los cuales hay estudios). El problema es que la deserción es uno de los mecanismos perversos de la reproducción intergeneracional de la pobreza y del cual el sistema educativo es un instrumento más. La probabilidad de sobrevivir al Ciclo Básico es casi el doble si la madre o el padre realizaron estudios terciarios, la valoración de la educación es muy distinta; asimismo, la educación de los padres está correlacionada con la pertenencia a quintiles de ingreso.

Por otra parte, no solo el nivel educativo es el que se moviliza a la hora de ingresar a un puesto de trabajo, existe una “cartera de activos” que son movilizados, estos son el capital cultural (formación-educación), el capital económico (que da capacidad de esperar un mejor trabajo) y el capital social, que son las redes de relaciones (barrio, clubes, religión, vínculos políticos o personales, etc.), claves en un país donde las formas particularistas de ingreso al mercado de trabajo son mayoritarias.

Como señala la sociología moderna, la educación por si sola no puede revertir los mecanismos de reproducción social y la desigualdad. No obstante, los cambios en la desigualdad se explican en medida importante por la educación y su retorno. A su vez, estos cambios son provocados por los cambios en la demanda de trabajo y estos por el desarrollo de la economía. Aquí lo del título, el sistema funciona como reza el enigmático capitulo 13 versículo 12 del Evangelio según San Mateo: “A los que ya tienen les será dado, y poseerán en abundancia; pero a los que no tienen lo que poseen les será quitado...”. El desafío es mejorar la distribución del ingreso, y para eso existen tres caminos, de los cuales el gobierno ha avanzado en dos –sustantivamente- en los últimos seis años: la reforma tributaria y el gasto social. En el debe queda mejorar la calidad educativa y en eso estamos de acuerdo con el estudio. Y agregamos, la calidad educativa –en todos sus niveles- son en este momento histórico del país el problema principal -y cuello de botella-  para el desarrollo productivo y la distribución del ingreso.

1. Egresado del IPA. ex Consejero de Educación Secundaria, docente en el Instituto Universitario CLAEH y actual Director del Área de Empleo y Formación Profesional del INEFOP.
2. El título original es “When more schooling is not worth the effort: another look at the dropout decisions of disadvantaged students in Uruguay” y es de febrero de 2011. Disponible –solo en ingles-en la página web del DECON.
3. Retorno a la educación se define como cuánto más rentables resultan los distintos grados de educación -medidas en este caso en ingresos mensuales expresados en pesos-. Por ejemplo: cuanto más gana un individuo con  enseñanza media o superior que uno que tiene sólo primaria.
4.  Bucheli y Furtado (2000), Miles y Rossi (1999), Bucheli, (1992) y Torello y Casacuberta (1997), Arim y Zoppolo (2000), Bucheli, Vigorito y Miles (2000).

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